Agrupaciones cultivadoras del bolero
El bolero lengua natural del amor, es patrimonio inmaterial de la nación cubana
El bolero es un género musical cubano cantable y bailable en el que están registradas todas las instancias vividas o vivibles, imaginadas o imaginables del enamorado hispanoamericano y cubano en particular en su itinerario amoroso.
En el bolero se encuentran formas retóricas y esquemas coreográficos de actuación y representación simbólicas de la experiencia amorosa del que canta y del que compone. El bolero deja vivir las aperturas amorosas más reconfortado, menos solo, menos a la deriva.
Algunos dicen que el bolero en su origen fue una danza española, otros que tomó nombre de unas gitanas andaluzas que llevaban boleras en sus vestidos.
En el bolero existen varios estilos y diferentes formas de bolerear, su contenido registra los amores de quien canta y quien escucha, la traición, el engaño, la frustración, el amor al amigo, a la pareja, incluso a la patria. El bolero se convierte en vehículo de contar historias amorosas desde el dolor acompañado de una gestualidad enfatizante de ese despecho temporal o permanente, que ayudará a sanar la herida o quizás empeorarla. Y aún así el bolero encanta, el bolero enamora y vuelve a enamorar, en esa suerte de masoquismo humano al que todos volvemos sin remedio.
El bolero nace en Santiago de Cuba, Pepe Sánchez, también considerado padre de la trova, con su bolero Tristeza le da forma, después Sindo Garay, Manuel Corona, Rosendo Ruiz Suárez, Alberto Villalón, Patricio Ballagas, Eusebio Delfín y muchos más, hasta hoy y hasta siempre y todos con su guitarra como instrumento ligado necesariamente.
El bolero es música romántica con textos amorosos y evoluciona para dejarse acompañar también del piano. Su precursora, Elena Burke, ella rompió el hielo y con ello los pianistas se convirtieron en elementos importantísimos para los cambios que vendrían después. Se comienzan a musicalizar los versos de los poetas, surgen los sextetos y septetos de son que generó el bolero-son, surgen los conjuntos que amplían los formatos instrumentales, añadiendo más trompetas, tumbadoras, etc.
Y surge el filin, la cumbre de la descarga cubana, en su interrelación directa con el jazz para dejarnos escuchar esos textos del desamor que no terminan, en que el cantante actúa su canción y su desamor, que va de una canción a otra sin pausa y en el que entre tragos, lágrimas y enfados se te pasa la noche, ya no sabes ni que hora es, pero regresas a casa más reconfortado, como quien libera lastre.
Por lo dicho aquí y mucho más el Bolero Cubano ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2023.