Rita Montaner, La Única, como la reconocía su público, fue una soprano, artista del teatro, la radio, el cine y la televisión cubanas de extraordinarias cualidades artísticas.
Realizó estudios de música en 1910 en el Conservatorio de Música y Declamación de La Habana Eduardo Peyrellade, con los profesores Carmelina Pascual y Pablo Meroles. En 1922 participó en los Conciertos de Música Típica Cubana organizados por el compositor Eduardo Sánchez de Fuentes, acompañada por la orquesta dirigida por el compositor Gonzalo Roig. Este mismo año actuaría en la inauguración de la emisora radial PWX, con la orquesta dirigida por el compositor Luis Casas Romero.
Rita Montaner realizaría presentaciones en el Teatro Nacional (hoy Gran Teatro Alicia Alonso), en el Teatro Luisa Martínez Casado de Cienfuegos, en el Principal de la Comedia, en la Sala Falcón de La Habana, en el Teatro Campoamor, entre otros. En 1926 viajará a Nueva York donde trabaja con la compañía Follies Schubert en el cuadro español Una noche en España, y se presenta también en el Teatro Apolo junto al violinista Xavier Cugat.
El 29 de septiembre de 1927 estrena en el Teatro Regina (hoy Cine Jigüe) el sainete Niña Rita o La Habana en 1830, de Ernesto Lecuona y Eliseo Grenet con texto de Riancho y Castells. Aquí interpretará lo que luego se convertiría en el famoso tango congo ¡Ay, mama Inés! Ese mismo día actuaría en La tierra de Venus, con música de Lecuona y texto de Primelles, en la que interpreta Siboney.
En 1929 viaja a París junto a Sindo Garay, actuarían en el Palace donde interpretaría Siboney, Carabalí y ¡Ay, mama Inés!. Sobre ella diría Alejo Carpentier: en el dominio de lo afrocubano, resulta insuperable. Rita Montaner se ha creado un estilo, nos grita, a voz abierta, con un formidable sentido del ritmo, canciones arrabaleras, escritas por un Simons o un Grenet, que saben según los casos, a patio de solar, batey de ingenio, puesto de chinos, fiesta ñáñiga y pirulí premiado. Rita Montaner tiene el gran mérito de haberse especializado en la interpretación de ese folclore, calificado por algunos de bárbaro y poco elegante. Gracias a ella, sus compositores favoritos, Simons, Grenet, y otros, pueden ver sus canciones puestas en valor de modo admirable.
En otra crónica apunta: En pocos años, Rita Montaner alcanzó una popularidad extraordinaria. Creó un estilo, imitado hasta la saciedad. En épocas de tensión política, todo el público de la isla estaba atento a las coplas que cantaba La Chismosa, personaje de su creación. Y, a medida que pasaban los años, su voz adquiría en elocuencia, en poder de expresión, lo que el tiempo le restaba de frescor [..] Pero Rita, era Rita, y la Rita de Ogguere, de Negro bembón, de Chivo que rompe tambó, se resolvió, no hace mucho tiempo, a asombrar a quienes tal vez la creyeran próxima al ocaso.
En 1933 viaja a México junto a Ignacio Villa (Bola de Nieve), como pianista acompañante. Actuarían en Yucatán, Mérida y Ciudad de México. Así mismo realizaría giras por Argentina, Estados Unidos, España, Venezuela, entre otros. En Cuba trabajaría en el Teatro Principal de la Comedia, integró la Compañía de Zarzuelas Cubanas que se presentaba en el Teatro Martí, más tarde pasa a trabajar con Ernesto Lecuona y se convertiría en una de las más importantes intérpretes de la obra del compositor Gilberto Valdés.
En 1940 interpreta el sainete lírico de Rodrigo Prats, Amalia Batista. En 1941 protagoniza en la emisora CMQ, la novela Cecilia Valdés del escritor cubano Cirilo Villaverde y también se presentaría en el Teatro Nacional con el cantante argentino Hugo del Carril. Para marzo de 1942, participa en la apertura de la emisora Mil Diez (del Partido Socialista).
El 24 de febrero de 1945 fue coronada Reina Nacional de la Radio, en un espectáculo el que actuaron Luciano Pozo (Chano Pozo) y Abelardo Barroso. A partir de 1946 actuaría en el Cabaret Tropicana acompañada por Bola de Nieve o Felo Bergaza.
En 1947 viaja a México para actuar en el filme María la O, basada en la zarzuela de Lecuona. En 1948 haría el personaje de la negra Mercé en la película mexicana Angelitos negros, junto a Pedro Infante. En 1951 formó parte del elenco artístico del Canal 6 (CMQ Televisión) siendo fundadora de lo que luego sería la Televisión Cubana y el 13 de septiembre de 1952 fue la figura principal del espectáculo más importante del año celebrado en el Teatro Blanquita (hoy Karl Marx), en el que hizo su debut Benny Moré.
El Poeta Nacional Nicolás Guillén la calificaría como una Embajadora excepcional de la Cultura Cubana. Rita es melódicamente intensa, armoniosa, ondulante, ululante como una selva tropical o como una catarata. En la voz de Rita caben todo el amor y las modulaciones apasionadas, de igual forma todo el odio, la tristeza y la inquietud del alma cubana. Rita hizo del solar habanero, de la calle cubana, del legado cultural nacional, una categoría universal.
Rita Montaner fallecería en La Habana el 17 de abril de 1958, víctima de cáncer, a la edad de 57 años.
Obras
- Así eres tú, bolero.
- Arrolla, comparsa.
- Ma’ Isabel, tango africano.
- Tu boca, tango congo.