Rosa Marquetti no es musicóloga pero como si lo fuese. Se define a si misma como: privilegiada de trabajar en algo que me gusta mucho. Vivo la música, el cine y las artes visuales. Trabajo en temas de derechos de autor, aunque también me apasiona hurgar en la historia de la música y los músicos cubanos, por ello investigo y escribo sobre ellas.
Licenciada en filología por la Universidad de La Habana, ha trabajado en la Fundación Pablo Milanés, en la discográfica Magic Music, en la Delegación en Cuba de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), ha colaborado en producciones musicales cubanas y foráneas, y con diversas publicaciones y medios de prensa como La Jiribilla, OnCuba, la Colección Gladys Palmera o el portal de Cubarte.
Su vinculación profesional con la música cubana comenzó en 1993 y su trabajo en Desmemoriados, desde 2014, es tan grande que merece reverencia, hacer este trabajo Cuba y desde Cuba es titánico. A los problemas materiales arrastrados durante décadas se suma el menosprecio y falta de estima principalmente de nosotros los cubanos por nuestra cultura nacional y musical.
Este menosprecio propio y foráneo redunda en pérdida de partidas de nacimiento, partituras, fotografías, grabaciones, publicaciones y en definitiva patrimonio. Este blog/bitácora de la música cubana ha sido archivado por la librería del Congreso de Estados Unidos. Textos e investigaciones suyas sobre hitos, aspectos y figuras de la música cubana han sido publicados en revistas especializadas y generalistas de Cuba, Colombia, España, Francia y Estados Unidos.
El trabajo investigativo de Rosa Marquetti es invaluable cuando tienes que buscar donde no hay, cuando seguramente muchos días no sabes por donde empezar, ni a quién preguntar, cuando casi todas las referencias, las pruebas, los testimonios están a punto de perderse, cuando la diáspora cubana es cada vez más numerosa y los descendientes de nuestros artistas no viven en la isla o no se dedican a la música.
La atención y reconocimiento de la importancia de la música cubana, para Cuba misma y para el mundo, la influencia de la música cubana en los géneros, artistas, ritmos debería convertirse en un tópico de orgullo nacional que deberíamos defender a diario, en cada tribuna.
No faltan ejemplos, ni antes ni en la actualidad; los músicos cubanos desde el siglo XIX forman parte de la música universal en cada país donde la música se ha desarrollado de forma más o menos importante. Desde Brindis de Salas hasta la más reciente música urbana, los músicos cubanos están presentes con más o menos visibilidad en agrupaciones, como intérpretes, como productores, creadores, en Francia, en Italia, en los Estados Unidos, músicos españoles, franceses, italianos han han hecho sus temporadas en Cuba, haciendo carrera o simples presentaciones.
Aunque este tema será analizado en otro momento y sin querer demeritar ningún género ni ninguna nación, es penoso que un certamen como los Grammy Latinos no tengan una categoría dedicada a la música cubana, cuando sí existe dedicada al tango, a la música flamenca o incluso a la música portuguesa o mexicana. Pero esto es en origen responsabilidad de nosotros los cubanos que no valoramos nuestro patrimonio musical.
En cualquier caso Rosa Marquetti y todos los investigadores musicales cubanos, fallecidos o no, merecen el mayor de los aplausos porque documentan el trabajo de nuestros músicos para la memoria cubana y universal.
Bibliografía
- Desmemoriados. Historias de la música cubana / 2016.
- Chano Pozo. La vida (1915-1948) / 2018.
- El Niño con su tres: Adrés Echevarría Callava, Niño Rivera / 2019.
- Celia en Cuba (1925-1962): Los años de Celia Cruz en Cuba / 2022.