Benny Moré, el Bárbaro del Ritmo, figura cimera de la cultura cubana que ha devenido leyenda. Algunos consideran que este musicaso de formación autodidacta junto a su Banda Gigante construyó los cimientos de lo que hoy se conoce como salsa.
Nacido en una familia campesina de 18 hermanos de la cual era el hijo mayor sintió inclinación por la música desde bien temprano. Por la rama materna la familia Moré estaría muy ligada al Casino de los Congos del barrio La Guinea, pues el apellido Moré provenía de Ta Ramón Gundo Moré. Según la tradición, su tatarabuelo materno Gundo, hijo del rey de una tribu congoleña, fue capturado a los nueve años y vendido en Cuba como esclavo al propietario de una plantación llamado Ramón Paredes, adoptando el apellido de su amo bajo el nombre de Ta Ramón Gundo Paredes, según la costumbre de la época.
Al pasar a la propiedad del conde de Casa Moré, dueño del central La Santísima Trinidad, pasó a llamarse Ta Ramón Gundo Moré. Siendo emancipado por el conde, mantuvo el apellido Moré, muriendo como liberto a la edad de noventa y cuatro años. Siendo el propio músico hijo de una unión ilegítima (se dice que su padre fue Silvestre Gutiérrez), recibió el apellido de su madre, Virginia Moré, quien a su vez lo había recibido de su abuela Patricia y de su bisabuela Julia, todas descendientes de uniones ilegítimas con hombres blancos, que no reconocieron a sus hijos, adoptando por tanto el apellido materno trasmitido de su tatarabuelo Gundo Moré. (Tomado de Ecured y Wikipedia)

En el siglo XIX se funda la cofradía Casino de los Congos por un grupo de negros congos libertos, traídos mucho antes del África Central y Occidental. Bartolomé Maximiliano Moré recibiría de ellos un especial reconocimiento por la jerarquía de su origen familiar.
De este contexto, el niño recibió una influencia determinante para su futura carrera como músico, con ellos aprendió a tocar el insundi, los tambores de yuka, los de Makuta y Bembé, invocadores de Orishas, con los cuales cantaba y bailaba a la perfección. También aprendió a interpretar el son, la guaracha y la rumba.
A los diez años de edad ya El Benny rallaba el tres, tocaba la guitarra y se escapaba de su madre a las fiestas cercanas a su casa para poder tocar. Alternaría su vocación musical con el trabajo en el campo, colaborando en una economía familiar cuyas necesidades aumentaban al tiempo que aumentaban sus integrantes.
En 1930, con 11 años de edad, El Benny se traslada junto a su hermano Teodoro y su madre a la provincia de Camagüey, específicamente a la zona del central azucarero Vertientes. A partir de aquí Benny Moré y su familia quedarían para siempre vinculados a esta provincia, donde trabajaban durante períodos más o menos prolongados.

En 1935, con alrededor de 16 años, comienza su carrera artística en el Conjunto Avance, de Vertientes, en Camagüey. También en Camagüey integró un trío de voces y guitarras con Enrique Benítez y Cheo Casanovas.
Para 1940 se traslada definitivamente a La Habana donde integra el Sexteto Fígaro con el que actuó por primera vez en la emisora CMZ. Más tarde en 1944 integraría el Septeto Cauto y ese mismo año integra lo que en ese momento ya era el Conjunto Matamoros presentándose en la emisora Mil Diez.
En 1945 viaja con el Conjunto Matamoros a México. Cuando el conjunto regresa Cuba, Benny permanece en México donde trabajará como solista o acompañado. Allí sería contratado por Mario Rivera Conde y realizaría una serie de grabaciones con la disquera RCA Víctor, acompañado de las orquestas de Mariano Mercerón, Arturo Nuñez, Rafael de Paz y Dámaso Pérez Prado.
Para 1950 regresa a Cuba e ingresa en la orquesta de Mariano Mercerón, de Santiago de Cuba. En esta orquesta coincide con los cantantes Fernando Álvarez y Pacho Alonso. De regreso a La Habana trabajó en la emisora RHC Cadena Azul, de Amado Trinidad acompañado de la orquesta de Bebo Valdés y su ritmo batanga. Más tarde actuaría en la emisora Radio Progreso junto a la orquesta de Ernesto Duarte.
En 1953 funda La Banda Gigante de Benny Moré o La Tribu como también le llamaba con la que el 3 de agosto de ese año actuaría por vez primera en el programa Cascabeles Candado que se trasmitía por el circuito radial CMQ. Benny también trabajaría en televisión, entre otros, en los programas Jupiña, el Show de Arau o el programa Papel y Tinta.
Sobre sus cualidades como intérprete diría Harold Gramatges: Voz la suya manejada con inflexiones inusitadas, que recorren un registro marcado por sus necesidades expresivas (de lo agudo a lo grave, de lo grave a lo agudo, a veces con cierta nasalidad, que teñía esa voz de un timbre especial). Cuerpo el suyo cimbreante, flexible, nervioso, mecido por los secretos recónditos del ritmo, donde un gesto suave o brusco, con el bastón o el sombrero, respondía exacto a una peripecia musical. El duende que alienta la voz de Sindo Garay, Ignacio Piñeiro, María Teresa Vera, Rita Montaner, Bola de Nieve y otros colosos de nuestro canto; la fibra que enlaza la rumba, el guaguancó, el son, la guaracha, el bolero, el mambo, la canción-filin; la gracia que nutre la sandunga de nuestro medio vernáculo; todo esto, junto, corría por la sangre del Benny, y asomaba por su garganta y por cada fibra de su ser. Porque él era dueño de ese espejo mágico que refleja nuestra risa, nuestra alegría, nuestra nostalgia, nuestra fiesta: suma alegórica de nuestra plenitud de vida, síntesis de componentes que perfilan nuestra idiosincracia popular [..] Pocos artistas alcanzaron en vida una popularidad comparable a la de él.
Sobre su voz también se diría que utilizó magistralmente lo que se conoce por media voz, no obstante, poseer un timbre de sonoridad brillante. Además El Benny tenía la cualidad de poder variar el color de la voz, que manejaba como un músico virtuoso además de su afinación perfecta. Es así que las canciones Alma mía y Tú me sabes comprender fueron interpretadas magistralmente por Benny Moré. Canciones que le dieron entrada al compositor Ricardo Díaz Fresneda en el panteón de los más destacados compositores cubanos.
A todo esto hay que añadir su originalidad en sus movimientos escénicos, su manera de dirigir su orquesta, el amplio registro de su voz, lo que le permitió incursionar en todos los géneros de la música popular cubana. Con su orquesta Benny Moré realizaría giras por Colombia, Haití, Jamaica, México, Panamá, Venezuela, Estados Unidos, entre otros.
En Cuba junto a su Banda Gigante se convirtió en leyenda especialmente en el club Ali Bar, y también actuó en el cabaret La Campana, Montmartre, el club Night and Day, el Salón Mambí de la Tropical y el cabaret Sierra. Se presenta también en bailes populares en las provincias de Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Oriente.
Benny Moré fallecería a los 43 años de edad en La Habana dejando un inmenso legado musical para la cultura cubana. Por petición expresa del artista, sus restos fueron sepultados en su pueblo natal, Santa Isabel de las Lajas. Durante todo el recorrido de la caravana por la Carretera Central, los poblados y ciudades paralizaban prácticamente sus labores para darle el último adiós a su ídolo. Una vez en su pueblo, en el barrio de La Guinea, la Sociedad de los Congos lo despidió con un solemne rito funeral mayombero de origen bantú, a base de banderas para abrir los caminos y espantar los malos espíritus.
Obras
- Amor sin fe / 1953.
- Afro-mambo: El brujo de Trinidad / 1952.
- Afro-son: Dolor carabalí.
- Bolero: Ahora soy tan feliz, Amor fingido, Conocí la paz, Desdichado, Dolor y perdón, Mi amor fugaz, No te atrevas, Todo lo perdí.
- Guaracha-son: El conde negro, Mi saoco, Qué aguante, Se te cayó el tabaco.
- Guaracha-swing: Devuélveme el coco.
- Guajira: Cienfuegos.
- Mambo: Bonito y sabroso, Ensalada de mambo, Locas por el mambo, Mamboletas.
- Montuno-chá: Se te cayó el tabaco.
- Rumba: De la rumba al chachachá, Rumberos de ayer.
- Son: Caricias cubanas.
- Son-montuno: Buena, bonita y barata / 1953, Cienfuegos, Magulele, Guajiro, junto a Dámaso Pérez Prado, Qué bueno baila usted, Qué cinturita, Santa Isabel de las Lajas.