Gonzalo Roig es considerado el gran compositor de la música escénica de Cuba, pionero del movimiento sinfónico cubano y uno de los principales compositores que prestigiaron la zarzuela cubana junto a Rodrigo Prats y Ernesto Lecuona.
Junto a Manuel Saumell, Nicolás Ruiz Espadero, Ignacio Cervantes, José White o sus contemporáneos Ernesto Lecuona, Eduardo Sánchez de Fuentes, Jorge Anckermann, los hermanos Grenet y Rodrigo Prats, entre otros, es el compositor del discurso romántico nacionalista cultivado en el siglo XIX. Su obra tiene la capacidad de acercar la música clásica, excelsa, a las masas y convertirla en parte de la popularidad del cubano.
Roig inicia sus estudios de música en la Sección de Música de la Asociación de Dependientes del Comercio de La Habana donde fue discípulo de solfeo, teoría y piano de Agustín Martín Mullor. Más tarde continuaría estudios junto a Gaspar Agüero Barreras y con Vicente Álvarez Torres recibiría estudios de violín. En el Conservatorio Carnicer recibió clases de armonía, contrapunto, fuga y composición. En 1927 se graduó de solfeo, teoría y piano en el Conservatorio Nacional de Música.

En 1922 junto a Edwin Tolón, Ernesto Lecuona, César Pérez Sentenat, Joaquín Molina Torre, Virgilio Diago y David Rendón funda la Orquesta Sinfónica de La Habana que ofreciera su concierto inaugural ese mismo año en el Teatro Nacional de La Habana (hoy Gran Teatro Alicia Alonso). Uno de los principales propósitos de esta agrupación sería la de divulgar las obras de los compositores cubanos.
Gonzalo Roig fue director de la Banda de la Escuela Municipal de Música, dirigió las orquestas de las emisoras COCO, CMCK y CMQ, fue director-concertador de la Ópera Nacional de Cuba. En 1943 dirigió un programa de música cubana en el Carnegie Hall de Nueva York.
Para Sánchez de Fuentes: como artista creador, sus composiciones acusan un fino espíritu y una sensibilidad poco común.. En el género cubano representativo ha enriquecido nuestro folclore con sus inspiradas composiciones, entre las cuales podemos citar la titulada Quiéreme mucho, cuya popularidad en Cuba y en el extranjero huelga apuntar. Ahora bien: la obra más importante realizada por Gonzalo Roig es aquella que lo presenta como experto y enjundioso compositor teatral [..] Hay una reciente partitura del maestro, cuyo éxito persistente le ha valido el más entusiasta juicio del público y de la crítica; obra en la cual triunfa la música cubana, libre de trabas y de perniciosas amalgamas, suficiente por sus bellezas para dar nombre a un compositor. Nos referimos a su aplaudida partitura de Cecilia Valdés.
El catálogo de Roig es extensísimo, e incluye berceuses, boleros, canciones, guajiras, caprichos afrocubanos, claves, cuplés, criollas, criollas-boleros, danzas y danzones, guarachas, guarachas-rumbas, habaneras, marchas, popurríes, pregones, puntos guajiros, romanzas, sones-rumbas, tangos y tangos congos, tarantellas, valses, juguetes cómicos y revistas musicales.
Roig dirigiría su último concierto al frente de la Banda Nacional de Conciertos el 27 de mayo de 1970.
Obras
- Berceuse: Las sensaciones de Julia, Petite berceuse.
- Bolero: Mi prieta, Ave de paso, Nunca te lo diré.
- Canción: La voz del infortunio, Las flores de mis amores, Estás en mí.
- Capricho cubano: Ojos brujos.
- Criolla: Mi alma es, Cuando nacieron en mi pecho amores.
- Criolla-bolero: Quiéreme mucho, texto de Ramón Gollury y Agustín Rodríguez.
- Danza cubana: Un beso.
- Danzón: Deuda de amor.
- Guaracha: Las mulatas.
- Habanera: La guajirita del Yumurí.
- Música incidental: Sucedió en La Habana.
- Pregón: Vendedor de periódicos.
- Revista musical: Las musas americanas.
- Vals: C´est mon coeur, Desengaño.
- Zarzuela: El baratillero, Las ventajas del fotingo, A La Habana me voy, El rey de la barra, Los madrugadores, Cecilia Valdés, La hija del sol, La Habana de noche.
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