A Prado y Neptuno iba una chiquita…
Agrupaciones intérpretes del chachachá en Cuba
El Chachachá creación musical cubana mezcla de mambo y danzón
A Enrique Jorrín se atribuye la creación del chachachá y quien delineara la forma en que hoy lo conocemos. Jorrín cambió la célula rítmica del güiro, el movimiento del piano e introduce una nueva célula rítmica entre la tumbadora, el timbal y el güiro, en las frases musicales, violines y cantantes lo hacen al unísono.
En esta historia creativa existe y existió una controversia entre sus posibles creadores, Ninón Mondéjar junto a su Orquesta América también reclamaba la crédito de la creación, pues su orquesta era la proveedora del ritmo. Jorrín fue director musical y arreglista de la Orquesta América y de su separación deriva la Orquesta América del 55.
Para algunos investigadores como Leonardo Acosta, atribuir la creación de chachachá a Jorrín es un mito surgido e intensificado posteriormente. Lo que sí se puede afirmar es que Jorrín fue el compositor y arreglista más representativo del género, al que aportó números fundamentales para su éxito nacional e internacional.
A esto se suma la ambición de empresarios nacionales e internacionales, que como tantas veces ha sucedido en la música cubana, alientan y alimentan este tipo de desencuentros y reciben los beneficios que obviamente reportan.
Volviendo al chachachá, en este ritmo es característico el tumbao del piano eminentemente percutivo donde predomina el elemento rítmico sobre el melódico, lo que lo identifica como elemento para apoyar el paso del bailador destinado a acentuar determinados tiempos dentro del compás.
En 1953 surge La engañadora, uno de los chachachás más famosos, que fuera estrenada y grabada por vez primera por la Orquesta América de Ninón Mondéjar y cuyo compositor es Enrique Jorrín. La América divulgaría el chachachá en varios países de América Latina. Así como los compositores Rosendo Ruiz Quevedo (Rico vacilón y Los marcianos), Richard Egües (El bodeguero), Félix Reyna (Muñeca triste y Pa´ bailar), que dieron auge al género con particular participación y éxito entre los bailadores de la insigne Orquesta Aragón.
Otras orquestas de importancia fueron las charangas de Neno González, Melodías del 40, Sensación, Fajardo y sus Estrellas, Sublime, Maravillas de Florida y Estrellas Cubanas.