Miguelito Cuní es uno de los soneros más reconocidos en Cuba. Se iniciaría en el mundo de la música, en su natal Pinar del Río, como cantante con el grupo Los Colombinos, que luego pasaron a llamarse Los Carameleros.
Entre 1920 y 1940 integraría también el Septeto Caridad que dirigía el Niño Rivera mientras alternaba con las orquestas de Jacobo González Rubalcaba, Fernando Sánchez y Yamilé, esta última dirigida por el pianista Humberto Suárez y con la que estrenó algunas obras de Pedro Junco.
En 1938 se traslada a La Habana donde cantaría con la orquesta de Ernesto Muñoz en la emisora el Progreso Cubano (hoy Radio Progreso). Para 1939 ingresa en el Conjunto de Arsenio Rodríguez (El ciego maravilloso) y junto a este conjunto actuaría en el Edén Concert y el cabaret Sans-Souci. Igualmente Miguelito trabajaría en la emisora CMQ y en la Mil Diez junto a la orquesta de Arcaño y sus Maravillas sobre el 1942 en que pasa a integrar esta orquesta.
Luego de la partida de Arsenio Rodríguez a los Estados Unidos, Cuní regresa a este conjunto que entonces toma el nombre del trompetista Félix Chappottín. Esta alianza resultó la consagración para ambos artistas que siguieron juntos hasta la muerte de Chappottín en 1983.
Miguelito Cuní desarrolló su trabajo musical intensamente, tanto en Cuba como en el extranjero. Junto con Chappottín actuó en los escenarios más importantes del país viajando además a las Antillas Holandesas, Curazao y Estados Unidos.
Sones y boleros, espléndidamente cantados por Miguelito y sazonados por Chappottín y sus Estrellas, se convirtieron en razones para el gozo de los bailadores o de quienes sencillamente abrían sus oídos para disfrutar del canto y los incisivos comentarios de la trompeta, o de los acordes pulsados por Arturo Harvey (Alambre Dulce) en el tres, o los increíbles tumbaos de Lilí Martínez Griñán en el piano.
Para Cuní: un buen sonero debe saber cantar bolero, desenvolverse en la guaracha, la rumba y el guaguancó. Acomodar la voz a cada ritmo y darle el timbre que lleva. Sobre todas las cosas, saber improvisar. Eso es muy importante.
En palabras de Pablo Milanés: Miguelito fue el cantante de mayor raigambre popular de más de una generación. El gran sonero caló muy profundo mi sensibilidad. Algo similar puedo decir de la orquesta de Chappottín, con aquella cubanísima línea de Arsenio Rodríguez.
Miguelito Cuní compartió escenario con Benny Moré, Arsenio Rodríguez, Félix Chappottín, Richard Egües, Enrique Jorrín, entre otros. Participó en la película Nosotros, la música y otros documentales.
Obras
- Guachinango.
- Congo africano.
- ¡Ay mamita!
- Batanga africana.
- A bailar con la guajira.
Discografía
- La Guarapachanga.
- De nuevo Arcaño.