Carlos Embale nació en el Barrio de Jesús María en La Habana. De formación autodidacta inicia su carrera artística en 1937 en el programa de aficionados La corte suprema del arte, trasmitido por la emisora CMQ. Cantó en la Orquesta de Neno González, en la Orquesta Fantasía y en la de Carlos del Castillo.
Trabajó en la academia de baile Pompilio y con la Orquesta Melodías del 40. En 1946 ingresa en el Conjunto Baconao de Miguel Matamoros, que actuaba en la emisora Mil Diez y con la que permaneció hasta 1953.
Fundó el Conjunto Guaguancó que llevaba su nombre y en 1954 pasó a formar parte del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro. En 1979 viajó a Nueva York con el grupo de Pello el Afrokán y el pianista y musicólogo Odilio Urfé, allí se presentaron en el Carnegie Hall.
Colaboró con figuras como Benny Moré, integró la agrupación Compay Segundo y sus muchachos, junto a Compay Segundo y con el conjunto de rumbas de Alberto Zayas El melodioso.
Carlos Embale está considerado uno de los intérpretes cimeros de la rumba. Destaca por sus interpretaciones de música de raíces negras, yoruba y abakuá. También es de destacar su dominio del son, el guaguancó, la columbia, el yambú.
Al respecto dice Rosa Marquetti en su blog Desmemoriados: Coincidiremos seguramente al afirmar que las de Carlos Esteban Embale fueron unas de las cuerdas vocales mejores dotadas del panorama sonoro cubano de todos los tiempos, y eso, unido al sentido de pertenencia a los géneros más auténticos de nuestra música y su increíble capacidad para emocionar, constituyen las expresiones más relevantes de su valía como sonero y como rumbero, entendiendo el son y la rumba en sus disímiles modos y formas.
Carlos Embale fallecería en el año 1998 prácticamente olvidado.
Obras
- Guaguancó: A los Embales, Y a Matanzas, Timbalaye y Oh, humanidad junto a Pablo Cano), A San Miguel del Padrón, Rumba de Inesita, La casa de mamita.