Felipe Dulzaides Badía se considera uno de los precursores del jazz en la isla de Cuba, de su agrupación emergieron varios cultivadores del género. Sus primeras preferencias musicales fueron Carmen Cavallaro, Eddie Duchin y Frankie Carle, pero su gusto cambió cuando escuchó a Art Tatum y Nat King Cole.
Las influencias como intérprete las recibió del pianista inglés George Shearing a quien conoció en Chicago, Estado Unidos. Al respecto diría: Me encantó el timbre, me enamoré de su forma de tocar, de la manera que armonizaba y lo difícil que era lo que él hacía parecer fácil, siempre tocando detrás del ritmo, no junto a él.
En la década del 40 se trasladó a Matanzas donde fundó el grupo Bellamar. En 1948 regresó a La Habana donde funda el cuarteto Llópiz-Dulzaides con el que realiza en 1949 una gira por Estados Unidos y América Latina. En 1955 funda Los Armónicos, integrado por Pablo Cano, guitarra; Doris de la Torre, cantante; Lucas de la Guardia, voz, y el argentino Luis Ortellado, trompeta. Con este grupo se presentaría en el programa de televisión Casino de la Alegría, y en los cabarets Sans-Souci, Montmartre, Tropicana, Internacional de Varadero y el Bar Elegante del Hotel Riviera.
Por el bar Elegante del Hotel Riviera, donde se presentaba de manera habitual con su grupo hasta 1983, desfilaron estrellas de disímiles géneros musicales como el compositor y guitarrista Sergio Vitier; el también guitarrista Jorge Luis Valdés Chicoy; Bobby Carcassés, conocido como el showman de Cuba; el contrabajista Carlos Quintero; el saxofonista Javier Zalva, entre muchos más.
La grandeza de este músico radicaba en su formación autodidacta, reconociendo él mismo que no leía mucha música. Dulzaides había nacido en una familia de intelectuales: era hermano de la poeta Fina García-Marruz Badía.
Su nombre no suele incluirse cuando se mencionan a los exponentes del jazz en Cuba, como Chucho Valdés o Bobby Caracassés. Quizás la razón sea que en 1960 Felipe fuera encarcelado por problemas políticos (aunque víctima de un malentendido) y condenado a seis años de prisión, de los cuales cumplió dos.
Dulzaides, junto a Armando Romeu, Gustavo Más, Luis Escalante, el guitarrista Isidro Pérez (Isito), entre otros, fue uno los primeros en cultivar el jazz en Cuba.
En 2001 obtiene el Premio en Compilación por el fonograma Tabú (EGREM / 2000), en el Festival del disco cubano Cubadisco. Felipe Dulzaides Badía murió en La Habana el 22 de enero de 1991 a la edad de 74 años.
Obras
- Es muy fácil
- Tropicana Special
- Pochy
- Babacho