Ariel Díaz es un trovador cubano autodidacta. Inició su carrera artística en 1996, año en que hace su primera presentación pública. Ha compartido el escenario con Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Vicente Feliú, Teresita Fernández, Sara González, Santiago Feliú, Francisco Repilado (Compay Segundo), Alejandro Filio y Lilia Vera.
En Cuba se presentó entre otros escenarios, en el Festival de la Trova Longina en Santa Clara; concierto La impúdica es la guitarra, Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau; Encuentro Iberoamericano de la Canción Un canto de todos, Casa de las Américas; Las Romerías de Mayo, Holguín; Concurso y Festival Internacional de Guitarra de La Habana, Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, junto a otros artistas de Cuba y Brasil, entre muchas presentaciones más.
En el 2000 obtuvo el Premio Especial del Jurado Cubadisco en la categoría de música infantil; y en el 2003, fundó un dúo con Amanda Cepero, con el que realizó una gira por varias ciudades de Suiza.
Para Cubavisión Internacional, junto a Amanda Cepero conducen el programa A guitarra limpia. Con influencia de la literatura y la música universal, las obras de Ariel Díaz tienen un profunda carga lírica y un acertado equilibrio entre música y texto, así como un notable ajuste de su voz con la guitarra bien ejecutada, aunque sin excesos. La obra de este cantautor rememora a ratos la trova cubana de los 60 sin perder el aire renovador de su época.
Formó parte de la delegación de trovadores cubanos que participaron en la primera extensión internacional de la temporada de Canciones de la Rosa y de la Espina auspiciada por la Casa de las Américas, que se efectuó en Ciudad Guatemala, donde actuaron en la Universidad de San Carlos, Iglú, Plaza de los Mártires, Bodeguita del Centro y Chasah Tao.
Fue uno de los invitados al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, efectuado en Caracas, Venezuela en 2005.
Para Ariel Díaz ser trovador de este tiempo implica, al menos en mi caso, una manera de asumir la realidad a través de mis canciones. Tiene que ver además, con el hecho de que una parte de mi generación ha optado por trabajar más que por quejarse. Tuvimos, antecediéndonos, una generación quejosa de muchas cosas, y no hablo solo de la música, sino de la vida cotidiana. A mi no me interesa hacer una canción sobre una jinetera. Creo que ahora la realidad es otra, lo que se quiere son alternativas, lograr que la gente tenga claridad en cosas y el trovador tiene la libertad de expresarlo como pueda, dentro de sus puntos de vista […]
Y sobre la trova expresa: La trova ya está inventada. Sencillamente, trato de seguir haciendo un género musical, como otro cualquiera, que lleva compromisos estéticos, formales, políticos. En la medida que uno asuma o no esos compromisos será mejor o peor trovador. Lo que quiero es seguir haciendo canciones. Soy muy exigente con el equilibrio, me gusta que las palabras estén bien empleadas. Escribo las canciones como un poeta de oficio elabora un texto poético, lo que pasa es que a eso le pongo música.
Se ha presentado en escenarios de varios países entre ellos México, Italia, Brasil, Argentina, Venezuela, Guatemala, Francia, Suiza, España, Alemania y Argelia.
Obras
- Alicia
- Como un temporal
- Con la marea
- Danzón de cuna
- Floreciendo
- La marina
- No estoy en casa
- Por el camino
- Sálvame
- Trova de las flores
- Valcesito ingenuo
- Voto de otoño