Francisco Fernández Dominicis es un cantante lírico cubano del siglo XIX. Comienza estudios de canto en 1902 con el profesor español Pablo Meroles, en el Conservatorio de Música y Declamación de La Habana Carlos Alfredo Peyrellade, donde se graduó en 1906. En Italia estudiaría con Gabriele Sibella.
Debutó de forma profesional en el Teatro Payret en 1912, con la ópera Tosca y bajo la dirección orquestal de Arturo Bovi. En 1913 realizó gira por Matanzas, Cienfuegos, Santa Clara, Sagua la Grande, Camagüey y Santiago de Cuba. Ese mismo año embarcaba a Italia y para 1914 debuta en el teatro Coccia de Novara, con la ópera La favorita.
Posteriormente se traslada a Milán donde canta con la soprano Emilia Corsi en la Societá del Giardino. En Nápoles interpreta La Traviata y El barbero de Sevilla, en el teatro San Carlo. Realizó más presentaciones por Europa, en ciudades como París, Roma, Londres, Turín, entre otras.
En 1922 actuó en la Scala de Milán en el personaje del Príncipe Chuiski, de la ópera Boris Godunov, de Modesto Mussorgsky, en el mismo teatro interpretó el David de Los maestros cantores de Nüremberg, de Richard Wagner, el Maestro de baile de Manon Lescaut, el Despreaux de Madame Sans-Gene, de Umberto Giordano y el Manostato de La flauta mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart.
En sus 17 años en Italia Francisco Fernández Dominicis estrenó nueve óperas e intervino en otras cuarenta y seis. En 1930 regresó a Cuba y se presentó con la Orquesta Filarmónica de La Habana dirigida por Amadeo Roldán. También se dedicó a la dirección de escena, trabajó como profesor de canto y como crítico musical, hizo programas de radio e impartió conferencias hasta su retiro en 1967.